martes, 5 de abril de 2016

MI PRIMERA OPCION...


Lorena,  había decidido dejarlo todo, después de un proceso de divorcio en su ciudad de origen. Después de muchos años de soledad construida por ella misma, su profesión de médico, la llevo a conocer a Tati, una niña de 7 años, que aún manifestaba un sentimiento de desconfianza a las personas de su entorno. 
Tatiana, fue una de las niñas con mayor edad del Centro de Acogida donde vivía institucionalizada desde los 4 años de edad, había conocido a muchas niñas que habían sido adoptadas, pero a ella, el tiempo le jugaba una mala pasada y su soledad se exteriorizaba en su conducta hostil, ante el único mundo que conocía en ese momento. 
Con 7 años y un problema en su columna, visitaba periódicamente  a Lorena, que en ese entonces era su médico. 
Esta historia de adopción, no es la  típica que uno conoce, basada en la intención personal de los padres adoptivos por querer adoptar. 
Los caminos de Lorena y Tati, se cruzaron a partir de una fuerza más poderosa, son misterios que nunca podremos descifrar, lo cierto fue que se conocieron y el amor surgió. 
Lo primero, que me dijo Lorena (que por cierto no se llama así). "Nino, yo había renunciado a ser madre hace mucho, esto no estaba en mis planes. Hasta que conocí a Tati, ella me hizo madre y ahora quiero saber esto de los papeleos, para que nada ni nadie, nos separe".
En torno, a la adopción de niños mayores, se ha tejido una serie de mitos muy complejos. Lo único, que yo puedo asentir, desde lo que he vivido y presenciado como abogada y ser humano que ha acompañado muchos procesos de adopción. Que cada niño o niña, tienen un proceso de adaptación postadoptivo muy particular, la edad es un factor importante ha tomar en cuenta, pero no determinante para esta adaptación. 
Tati y Lorena, han construido una familia muy particular, ambas son mujeres fuertes y viven con una tercera mujer, que las complementa y es parte de este circulo de amor, la abuela de Tati. 
Restaurar daños emergentes de la institucionalización es un desafío que muchos padres adoptivos, deben trabajar, pero también estoy convencida que el amor es la respuesta a todo. 
Lorena y Tati, así me lo demostraron. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.